Porqué un copywriter vegano
Escribo para clientes que no saben leer. Que no venden, pero tampoco compran; ni siquiera usan dinero. Tampoco usan ropa, ni conducen y no usan teléfonos móviles. Tampoco pueden votar; claro que ni si quiera tienen voz. Pero sí ríen y lloran, sienten placer y dolor. Les gusta disfrutar de sus familias y amigos, del sol, de una caricia… Por si todavía no te has dado cuenta, hablo de los animales. Pero seamos justos; no, no son ellos los que me pagan por escribir.
Pero ellos son los que me motivan a escribir. Evidentemente tengo que vivir, y necesito algo de dinero para ello, pero ellos son los que me alientan para seguir escribiendo y no sólo eso, sino escribir lo mejor; darlo todo en cada frase. Ellos son también los que motivan a mis clientes a lanzar sus productos y servicios, a ir contracorriente y contra planes de marketing, por que la compasón y la justicia empujan la vela en altamar.
Decidí enfocarme en eso del copywriting vegano porque en cierta manera es darle voz a esos que no la tienen. Aunque sí que la tienen, lo que pasa es que no es igual que la nuestra, la de los humanos, entonces es como si no dicieran nada. En el fondo, los animales sí que tienen voz, lo que ocurre es que no quieremos escucharla. Se vive mejor así.
Soy un copywriter vegano por que escribo, pero si hicera zapatos, pintara o fuera cocinero profesional, lo haría vegano también. Por cierto, no me gusta la palabra vegano, odio tener que etiquetar lo que no es. Pues si un productpo conlleva hacer sufrir a un animal, usar partes de su cuerpo o asesinarlo, no hay que poner una etiqueta, sin embargo, si no hacemos nada de eso sí. Hay que etiquetarnos.
Pues sí, así es. Yo, personalmente, intento eludir el uso del término vegano, pues me chirría indicar cada vez que menciono algo que como, que visto o que hago, no estoy pagando para que alguien torture y asesine un animal. ¿Es que estamos locos? Yo no diría locos, diría que la empatía a muerto, pero no del todo.